¿Cuántas veces hemos oído decir que hay que comer sano y seguir una dieta? ¿Cuántas veces nos han dicho que hay que comer de todo? ¿Cuántas veces nos han dicho que tenemos que caminar mínimo media hora al día?
En el post de hoy, desde Nu Complements, te damos algunos consejos para estar fit con los alimentos que solemos tener en casa. ¡Empecemos!
- Agua con limón. El limón es uno de los cítricos que más ayuda a eliminar toxinas y evitar la acumulación de lípidos. Además, ayuda a reducir las infecciones urinarias y lo mejor de todo… ¡Dile adiós al mal aliento! Beber agua con limón ayuda a combatir las bacterias de la lengua y proporciona un agradable frescor que lo elimina al instante.
- Come en trozos más pequeños. Aunque parezca una tontería, el comer en bocados más pequeños o más lento, ayuda a tener una mejor digestión ya que, todo lo que comas y no digieras bien, lo va a tener que hacer el estómago por ti, cosa que te puede pasar factura al cabo del tiempo. Además, si troceas los alimentos que tengas en el plato, puedes llegar a reducir hasta un 20% el consumo de calorías.
- Desayuna SIEMPRE. Cuando dicen que es la comida más importante del día lo dicen por algo. Todas aquellas personas que no desayunan, ingieren una media de 100 calorías más al día (está demostrado). A parte de eso, no desayunar hará que disminuya mucho tu rendimiento, tanto deportivo como mental. Así que ya sabes, ‘desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un plebeyo‘.
- ¡Cambio de animales! Es recomendable cambiar la vaca por la cabra. Toda la vida nos han dicho que hay que beber leche de vaca, pero lo cierto es que la de cabra tiene menos calorías y menos lactosa, por lo que es mucho más digestivo y menos calórico.
- ¡Las grasas también pueden ser buenas! Eso sí, hay que saber distinguirlas. Hay algunas que son fuentes de unos ácidos en concreto que protegen el corazón y las arterias y te ayudan a mantener el peso. Por ejemplo: el jamón serrano e ibérico, los huevos, la carne de cerdo, aceite de oliva… Eso sí, hay que evitar los alimentos en grasas saturadas como la panceta, que esos son los que realmente retienen malas grasas.
- Come legumbres mínimo tres veces por semana. Hay estudios que muestran que aproximadamente un 20% de las personas que toma legumbres (lentejas, garbanzos, judías verdes, soja…) tienen menos riesgo de ser obesas, evitado así, todo lo que eso conlleva.
- Siéntate en la mesa a la hora de comer. Es vital no comer de pie o rápidamente, eso solo provoca que, sin tu darte cuenta, consumas tres veces más cantidad de elementos ya que vas picando de por aquí, por allá… y acaba siendo mucho peor.
- Incluye granada en las ensaladas. Este punto es un poco diferente porque quizás sí necesitas bajar al súper y comprarla. La granada es una fruta muy baja en calorías que te proporciona hidratación ya que tiene un alto contenido en agua y potasio. Además, tiene fama de ser un alimento quema-grasas por el aceite de sus semillas.
- Más fruta, menos grelin. El grelin es la hormona del apetito. Cada vez que esta se manifieste, lo mejor es combatirlo con una fruta, ya que están cagadas de vitaminas y minerales y también aportan fibra.
- Innova con el AGUACATE. El aguacate es una fruta muy recomendable para los deportistas. Nos aporta energía, estabiliza el ritmo cardíaco y, además, nos ayuda a disminuir la inflamación de las articulaciones. No es una fruta muy famosa así como el plátano o la pera ya que cuenta con algo de grasa y se cree que no es bueno para las dietas de deportistas, totalmente incorrecto; su aporte en grasas “buenas” hace mejorar los niveles de testosterona de manera natural, por lo que ayuda al crecimiento y reparación de la masa muscular.
- Reduce el consumo de sal. Varios estudios han demostrado que el consumo en exceso de sal puede provocar un incremento de la presión sanguínea y este aumento solo puede llevar a resultados peores. Los deportistas suelen perder sales al sudar, pero aun así, es difícil deshidratarse con lo que comes cada día. Hay que salar con moderación para que el cuerpo no lo lamente años más tarde.
- TRES lácteos cada día. Para los momentos de picoteo lo mejor que puedes hacer es tomarte un lácteo. Estarás aportando calcio para tus huesos y proteínas a tus músculos. Por otro lado, puedes escoger versiones ligeras o desnatadas, que te harán recudir grasa y calorías.
- Beber mucha agua. El agua es el mejor líquido para sanear y hidratar el cuerpo. Además, cada vez que vamos al baño, el 3% de la orina es grasa, ayuda a tener una piel más sana e hidratada, mejora tu digestión y estreñimiento y, además, ¡reduce el riesgo de cáncer! Se ha demostrado que las personas que beben la cantidad de agua recomendada, reducen un 45% el riesgo de cáncer de colon, un 50% el de vejiga y el de pecho.
- Cenar estándar pero ligero. Todo aquello que consumas a la hora de cenar, luego, si te vas a la cama no lo quemas. Por eso lo más aconsejable es cenar bien, como un filete y una fruta o algún lácteo como un yogur, que cenar SOLO la fruta o el yogur, porque entonces te tientas a quedarte con hambre y querer picar luego. Por la noche queda PROHIBIDO comer carbohidratos, ya que al no hacer ejercicio luego, se almacenan en forma de grasas.Por otro lado, también es muy recomendable tomarse un vaso de leche con cacao o una infusión con miel te ayuda a mantener la glucosa en tu cuerpo y así levantarte con más energía.
- Y por último… Olvídate de las pastillas que parecen milagrosas, al fin y al cabo, solo hacen que acabes dependiendo de ellas para que así las sigas comprando.
Todo esto son simples consejos para sentirse más sano, pero el vital y más importante es decir que hay que hacer una dieta donde se coma de todo y siempre haciendo ejercicio (el mejor que puedes hacer es el SwinRun, ¡¡sin duda!!), y recuerda, los extremos SIEMPRE son malos.
Muy interesantes todos estos tips, gracias por el post!